¡Dios!

Estos días de infructífera actividad, han dado como resultado (a parte del máximo representante del aburrimiento) reflexiones las cuales podriamos definir como irrelevantes para el resto de la humaniad, pero necesarias para llevar a cabo un mínim ajetreo mental.

Ayer estuve pensando en Dios, sí, es eso que te inculcan en el colegio, que de manera bastante crcana a los animales, le consideras como superior y haces lo que hacen los demás. Es decir, rezas, haces la comunión y todas esas gilipolleces que no sabes ni porqué las llevas a cabo, y desconoces el significado de las mismas.

No creo en Dios, ni tampoco en la existencia de ningún ser superior que te ayude en los momentos de dificultad. Pero eso no significa de ningún modo que no me haya hecho la idea sobre el tema. No creo simplemente porque no lo necesito, discrepo con la idea de que es necesario creer en algo superior. Creo en lo que ocurre, en la experiencia, en lo que se puede demostrar de modo empírico, y si me ciñes, en lo que pueden percibir mis sentidos (En concreto la vosta).

¿Dónde estaba Dios el 11 de setiembre?, ¿Dónde estaba en la segunda guerra mundial? Es evidente que nadie podra contestar estas preguntas de forma lógica, aunque, puede ser divertido formularse otras, ¿Diós es un hombre o una mujer? ¿Es homosexual? ¿Está a favor del preservativo? ¿Cuántos años tiene? ¿a Dios le gustan los Rolling? ¿Dios dispone de una pantalla de cuarenta pulgadas para ver lo que hace todo el mundo? ¿Dios anda por el cielo con zapatillas de ir por casa? ¿Dios se depila? ¿Dios es virgen? ¿A Dios le cae bien el papa? ¿Dios se quita los pelos de la nariz? ¿Dónde se ducha Dios? ¿Dios tiene internet y puede ver todas las puerilidades que escribo? ¿Dios tiene hermanos? ¿Dios se corta el pelo o le cortan el pelo? ¿El cielo es como el anuncio de Philadelphia? ¿Tiene un WC divino para hacer sus necesidades? Y si es así, ¿cuál es su paradero?

Creo que estas preguntas no se pueden responder, a parte de lo evidente, creo que en primer luugar, Dios no se algo físico, si no un producto de nuestra mente que suple nuestras carencias.

Reside en nuestro cerebro, de hecho, es una especie de silla de ruedas mental.