Relatos de los Mitos de Lolo. (APM y otros)

LA LLAMADA DE LOLO Lo más piadoso del mundo, creo, es la incapacidad de la mente humana para relacionar todos sus contenidos. Dicho esto, que queda muy bien, muy culto e irrelevante para lo que voy a decir a continuación, podemos proseguir con mis mitos. El Lolo, esta vez protagonista del relato en la época de los cíclopes (cuando Tinky Winky aún no era lila, la tierra era plana, y Pete Doherty no conocía a la Marihuana) era el entretenimiento de los habitantes del planeta. Todos se disponían a su alrededor cantando canciones con letras inpronunciables (Véase el 'Aserejé ja dejé dejeberetudejeberesebiunamajabidebuidiandebuididipí) dando culto a esa figura, colosal, indescriptible, entre ángulo obtuso y ángulo agudo, ni horizontal ni vertical, ni hecha ni derecha, la cuál muchos confundían su existencia con la misma tierra, con un Dios, él era más que eso, él era Lolo, un ser al cual todos idolatraban por conseguir pinchar el ordenador a Bill Gates, entre otras hazañas y proezas más relevantes que no voy a perder el tiempo escribiéndolas aquí... Bah, ya sabéis, obviedades del tipo 'conquistar la Galáxia De Las Cosas IntereXXXantes', 'Conseguir patentar profilácticos radiactivos', 'Hacer Campañas de márketing a la Oui-ja', 'Desterrar a Iker Jiménez', Matar a todos los de la secta de los Culosdescalzos'... Esto se contrastaba con la aparición del libro escrito por Abdul Alhazred (Si os fijáis es un juego de palabras, all has read, el que lo ha leído todo), el cuál promete volver loco a todo el que lo leyese, se denominaba 'Cromañón', consiguió desbancar a la Bíblia, al Quijote, al libro de los Guiness entre los manuscritos más vendidos. Incluso hubo una campaña publicitaria... 'IMPOSSIBLE IS NOTHING' en la cuál aparecían rostros conocidos, haciendo tareas para parecer más cercanos, campechanos y simpáticos, aunque lo único que conseguían era parecer idiotas (perdón, ya lo habían conseguido hacía muchísimo tiempo). Pasó el tiempo de crisis y llegó el día que el Lolo se cansó de tanto jaleo y tantas escenas de sexo tántrico a su alrededor y decidió convertirse en hombre, pero un hombre de negro. Decidió cerrar su garito donde se celebraban los cultos al Dios Lolo, y lo convirtió en el Salón del Manga, el Cromañón se quedó igual, sólo que en lugar de Cromañón pasó a llamarse Harry Potter, y bueno, paradojas de estas que un día saldrán a la luz y que dejaran al mundo en ropa interior.